viernes, diciembre 01, 2006

INTIMO COMO EL AIRE

Por Alexis Bastidas

Dios habla con lenguaje propio, su palabra es la esencia de la realidad. Dios cuenta en la intimidad al hombre su historia de amor y su deseo de hacer vida con El.
¿Cómo es la voz de Dios?
Es íntima. Así como la suave brisa se posa placida sobre el jardín al romper el alba. La voz de Dios impregna de gozo las fibras más intimas del corazón del hombre. Permitiéndole contemplar en cada cosa el fascinante mundo de su imaginación. La voz de Dios no es producto de la imaginación. Es el sonido inteligente que trasciende el silencio de las almas creando un delicioso espacio para la contemplación. La voz de Dios es tan íntima que conduce al hombre al descubrimiento de todos aquellos mundos que se encuentran ocultos bajo el velo de la superficialidad.
Es libre. Así como el hombre necesita del libre alvedrio para escuchar la voz de Dios, Dios ejerce su absoluta libertad al hablar con el hombre.
Personal. Dios habla en primera persona y en tiempo presente. Es directo y exige la simple norma de cortesía de ser atendido como un ser vivo, real en términos de espacio y tiempo. Dios habla de persona a persona, no como un personaje literario o un ser producto del miedo y de las miserias del hombre.
Es profunda. Su voz alcanza los rincones más oscuros de la existencia humana. Su voz transforma la oscuridad del alma en una caja de resonancia donde la vida canta a plenitud las mieles y pesares del día.
Es cósmica. Abarca todo, penetra todo, da plenitud a todo. Describe la relación hombre-universo.
Es poderosa. Transforma e ilumina el sendero de la vida. No es mágica. Es real, se siente. Su poder es el punto de apoyo de los grandes cambios en la vida. Todo lo hace posible.
Es trascendente. Ubica al hombre en otro estadio de la vida. Da la luz necesaria para entender el nacimiento, la muerte y el breve espacio de tiempo que transcurre entre ambos puntos de referencia.
Es sublime. Ofrece al hombre la oportunidad de contemplar la vida en paz, en armonía consigo mismo y con el cosmos.
Es renovadora. Inspira en quien la escucha la fascinante tarea de crear todos los mundos posibles.

El eco de la voz de Dios ofrece al hombre la oportunidad de alcanzar todo cuanto ofrece plenitud en la vida. Es el canto más sentido que el alma comparte a lo largo de su existencia. La voz de Dios es afable y sencilla, consuela siempre a los corazones afligidos por la ausencia del amor y sus predicamentos.
La voz de Dios es tan actual como la noticia misma, tan eficaz como la palabra misma, tan dulce como el bien me sabe. Tan hermosa como el atardecer en el puente Angostura sobre el Orinoco. Tan útil como un radio transistor de baterías en un apagón cualquieran en Nueva York o en Republica Dominicana.

miércoles, noviembre 01, 2006

El cielo sale para todos

Por Alexis Bastidas

Todo en la antigüedad indica cuan importante es el asunto de la vida después de la muerte. El arte, la ciencia entre otras manifestaciones del saber no encontraban como concretar en la realidad un mundo fuera del tiempo. Fue entonces cuando coloco fuera de la realidad, el mundo en el cual quería vivir. Eligio lengua, cultura, política, economía y religión como elementos específicos para definir la vida en la eternidad.
A todas estas, en el proceso de diseñar una respuesta, el hombre ignoro a Dios, único interlocutor de la eternidad, creando así su propio cielo. En el fondo se proponía conquistar la eternidad no como hombre, sino como dios.
¿Es el cielo un escape?
Partiendo del hecho de que el hombre puede contemplar y vivir en la presencia de Dios aquí y ahora. El cielo resulta real en un tiempo real, por cuya razón no es necesario morirse para disfrutar de él. Sin embargo, es un escape para quien se niegan a la posibilidad de contemplar a Dios en la realidad, colocándolo fuera del tiempo.
El tiempo de Dios es el eterno presente. El modo como participamos en él, es por medio de un encuentro personal, llamado comunión. En el fondo es simple, se esta comunión con Dios o no.
La eternidad comienza con nuestro nacimiento, es un proceso de ser -con Dios. de vivir-con Dios en la cotidianidad. No es un escape o mucho menos un lugar donde lograremos vivir como nos gusta. La eternidad es un estilo de vida que solo logra iluminarse por la vivencia personal de Dios.
Dios no es el opio del pueblo, como dijera alguien en le siglo IXX. El verdadero opio del pueblo, lo constituye el culto a la ignorancia de Dios y a la idolatría que se profesa el hombre a si mismo. El sueño de dejar de ser hombres para convertirnos en Dios, es la causa radical del envenenamiento constante de la conciencia del hombre y su salida ente la muerte.
El gran escape, consiste en decir no al ateismo funesto que aniquila toda posibilidad de contemplar la eternidad como algo propio al hombre. Consiste en desechar la vieja idea de hoy no mañana sí. Es escapar de todo intento de vender la eternidad como una propiedad. Escapar de la costumbre de pensar en la eternidad como algo mágico en lugar de algo místico.
En otras palabras la eternidad y la vida en ella no es un asunto perteneciente a la imaginación, sino a la experiencia absoluta de Dios en el tiempo. Si Dios vive aquí y ahora, porque no ha de vivir en perfecta armonía con el hombre en otros universo. Las palabras de Jesús hoy estarás conmigo en el paraíso, nos recurada la promesa del gozo pleno de una amistad que trasciende el tiempo. Dicho de paso, amistad que no se impone a nadie y que es fruto de la búsqueda trascendente en el amor de Dios.
Una vez más, el gran escape consiste en salir de la pereza espiritual que nos tiene tuyidos, para gozar de la plenitud de la vida en el tiempo y fuera de este.

miércoles, octubre 04, 2006

Perdidos en la realidad

Por Alexis Bastidas

El hambre de felicidad ha conducido a la confusión a amplios sectores de la humanidad. Estamos a punto de ser en una civilización escapista. La angustia marca el rumbo de quien navega perdido en la superficialidad.
Los vicios se ciernen sobre una civilización paralizada por la pereza espiritual. Pretender llenar los huecos del alma con ideas que ofrecen satisfacción por el uso de sustancias ajenas al espíritu, solo conduce a la destrucción de la vida.
El hombre se encuentra desolado en su interior. Sabe que su contexto vital refleja miedo por la verdad y transparencia de su vida. Lejos de considerarse señor de la vida, es poseído por la intrascendencia.
La felicidad esta relacionada con lo que el hombre piensa de sí mismo y del entorno donde vive. La felicidad es un modo de ser, distinto a lo que consume y posee. Un hombre de buenas ideas tiene la oportunidad para discernir si ser o no feliz. Quien pretende ser feliz huyéndole a la vida es un necio.
La felicidad es una vivencia real. No es una pose ante la vida. La felicidad nace y se fortalece en el dialogo profundo sobre el hombre, su naturaleza y su universo. La sabiduría ofrece al hombre la posibilidad de entender este estado de vida.
La felicidad es expresión de la autenticidad del espíritu humano. No es una emoción o estado de ánimo. Es un modo de ser en la vida. Es más que la ausencia de la tristeza. Es la comunión del hombre con el universo.
La felicidad esta relacionada con el grupo de ideas sobre las que se sostiene el mundo interior del hombre. La comunión entre el hombre y la realidad constituye el punto de partida de un modo de ser y estar en el tiempo lleno de imaginación y gozo.
El hombre busca la felicidad es consiente de su mortalidad. Es ante la muerte donde el hombre busca en la fe la promesa hecha por Dios de vivir en comunión definitiva.
Si no sabes quien eres, procura hacerlo antes de morir. Si no has encontrado a Dios, búscalo. Si te eres infeliz por no tener nada, recurada que la nada no existe. Mira detenidamente hasta dar contigo mismo. Dios puede encontrarte en el ejercicio cotidiano de hacer la vida.
La felicidad no es una pose. No es un disfraz que usamos al compartir la vida. Consiste en el gozo de saber vivir. Consiste en entender el propósito de la vida y llevarlo a término. Es vencer a la muerte por la fe. El resto es imaginación.

viernes, septiembre 01, 2006

“Sangre, Sudor y Lágrimas”

Por Alexis Bastidas


El hombre atribuye la autoría del sufrimiento a Dios a la naturaleza y al olvido:

• Dios por haber incluido el sufrimiento y el dolor en la vida.
• La naturaleza por dominar al hombre con todas sus fuerzas.
• El olvido por ser la causa más común de las tragedias en la vida.

¿Es Dios el autor del sufrimiento?

Tal y como han presentado la historia de Dios a la humanidad. Dios es capaz de todo. Esto no quiere decir que sea verdad. La cultura del sacrificio como núcleo de las relaciones Hombre-Dios esta presente en todos los tiempos. La idea de ofrecer presentes para evitar el castigo es el tema central de muchas religiones.
El miedo motiva al hombre a buscar el causante de sus desgracias. Al descubrir que estas le desbordan. Atribuye la responsabilidad de su sufrimiento a Dios y la naturaleza.

¿Es el hombre el causante del sufrimiento?

La mayoría de las religiones señalan al hombre como responsable de cuanto le acontece. Razón por la cual será juzgado. Dios hará un juicio para establecer las responsabilidades. Sin embargo en la corte de la opinión pública el hombre señala:

• El silencio de Dios ante la miseria. El hombre le pregunta ¿Por qué? Y Dios aún no le responde.
• El olvido de Dios.
El hombre le pregunta ¿Por qué? Y Dios aún no le responde. Este cuestionamiento es producto de la frustración.
El sufrimiento es un misterio que define el carácter del hombree. El sufrimiento forma parte de su naturaleza. La vida es un mosaico de misterios donde Dios y el Hombre se descubren. Ambos manifiestan su dolor en la vida.

¿Es la naturaleza la causante?

Atribuir la responsabilidad el sufrimiento a la naturaleza es más producto de la ficción que de la razón. El hombre para resolver el problema, mira a la naturaleza como un elemento con capacidad de discernir entre el bien y el mal. Cuando en realidad la naturaleza es otro misterio. Culpar a la naturaleza del mal es producto de la desesperación. La inteligencia del universo es independiente y es tarea de todos hacer un esfuerzo por entenderla.

¿Por qué el olvido?

Porque a pesar del sufrimiento estar presente en la conciencia del hombre, este elige ignorarlo:
• Olvidar quien es.
• Olvidar de donde viene y hacia donde va.
• Olvidar el dialogo con el universo.
El sufrimiento es una realidad en todos. Unos llegan otros se buscan.

martes, agosto 01, 2006

Puedo ser o no ser

Por Alexis Bastidas

La respuesta más cercana al misterio del hombre es la identidad. Pascal en Penséss decía:
¡Que cosa extraña es el hombre!
¡Que novedoso, que misterioso!
¡Que caótico, que paradójico,
juez de todas las cosas.
Depositario de la verdad,
hundido en la duda y el error.
Gloria y rechazo del universo.
¿Quién revelara este misterio?
…En que te has convertido, hombre, buscando descubrir tu verdadera condición a través de la Razón? …. Guarda silencio….Aprende que el hombre trasciende infinitamente al hombre.
SOY es la explicación más cercana al fenómeno de convergencia de todos los mundos que componen la realidad. En la media que el hombre hace sentido de sí mismo ilumina su relación con el otro.
¿Cómo evoluciona el hombre?
El hombre evoluciona a partir de su identidad. La intensa mirada al proceso de la vida le permitirá descubrir que cuanto sabe es lo que conoce de si mismo. Toda la ciencia disponible para lograr esclarecer el misterio que en principio hace síntesis en lo abstracto reflejando su esencia en el ser. ¿Quién soy? Son como piezas de un mosaico con el cual configura el hombre y su realidad.
¿Para qué evoluciona?
El hombre cuando evoluciona para satisfacer su yo es un ser vanidoso. El hombre sabio evoluciona para alcanzar la plenitud. En todo caso este proceso de busca de sí mismo y de una explicación del sentido de todo cuanto le rodea es inexorable.
Ser hombre es un misterio que desborda la ciencia y la religión. Ambas contribuyen a la búsqueda de identidad. Por tanto resulta contradictorio, que el hombre quede atrampado en la elaboración de un proceso explicatorio de la existencia.
SOY es el punto de partida y de encuentro del hombre y sus circunstancias. SER HOMBRE es ser síntesis de pensamiento sobre la cual se construye y entiende la explicación de sí mismo y de la vida.
¿Dónde evoluciona el hombre?
En la realidad, el hombre cuando ignora la realidad es un animal carente de conciencia histórica. La vida del hombre tiene tiempo, espacio y otras dimensiones. El hombre que busca la explicación fuera de si, corre el riesgo de nunca regresar de la ficción. Solo existe la realidad, y por fortuna Dios, el hombre y el universo son parte de ella.
El hombre entiende el universo a partir de sí mismo y el hombre entiende al hombre desde su identidad. El hombre ama a Dios por ser este parte de su identidad.

miércoles, julio 05, 2006

Dios entre otras cosas

Por Alexis Bastidas

¿Quién es Dios?
Dios es vivencia que se revela con identidad propia. Existe y tiene lenguaje, espacio y tiempo. La imagen de Dios obedece a la experiencia del encuentro personal entre dos realidades distintas y complementarias. Dios no es producto de la educación o de la religión. Dios supera toda idea o concepto. Dios es y está presente en la realidad.
¿Cómo es Dios?
El Dios de la fe, el Cristo descrito como la plenitud de la vida, la síntesis del universo, la persona donde reside el poder y la gloria por siempre. A lo largo del tiempo Dios ha sido sujeto de innumerables descripciones, todas ellas asociadas a las ideas de poder que concibe el hombre.
¿Cuántos dioses existen?
Existe un Dios y varias imágenes de esta única realidad. Estas imágenes tienen su origen en la tradición y lectura del lenguaje que el hombre y la cultura tienen sobre el misterio divino. Dios es un ser de contenido más que de percepción, aunque el hombre piense lo contrario.
¿Cuáles sor los errores comunes sobre Dios?
Dar nacionalidad y pasaporte a Dios
Otorgarle género
Concebirlo como un ser mágico
Hacer jefe de estado a un ser cuya visión universal de la vida supera todo credo político.
Tratarlo como una propiedad.
Manipularlo con el propósito de justificar conductas
Suponer todo sobre El.
Ignorar su presencia en la realidad
Usarlo como explicación de cuanto no conocemos
Hacerlo instrumento de discriminación


Dificultades para descubrir a Dios hoy:
El vacío cultivado por la cultura a la sombra de conductas sembradas en el odio y la inseguridad, constituye un elemento perturbador a la hora de asumir y trascender la naturaleza humana en busca del misterio divino.
El prolongado silencio ante una realidad que exige al hombre un dialogo intenso y profundo, hace cada vez más distante la comunión plena del hombre con el universo.
El haber hecho de la ciencia otra religión, haciendo del conocimiento un objeto de fe, cuando en realidad es una explicación lógica y metódica del hombre y sus circunstancias.
La permanente sospecha sobre la veracidad de la revelación del misterio divino, por causa de la manipulación hecha por las diversas religiones en la historia de la humanidad del lenguaje de Dios y su contenido.
La marcada superstición con la cual el hombre enfrenta sus miedos. El ser humano se acerca más al mito de dios, que a Dios mismo por causa de su inseguridad y miedo.
La cantidad de ídolos creados para satisfacer la carencia de una espiritualidad sana y profunda.
El usar a Dios como un elemento de clasificación entre los hombres: raza, credo, condición social e ideología política.
La conceptualización de Dios como una idea capaz de justificar lo que el hombre piensa y hace.
La falta de transparencia en la conducta de las religiones a la hora de establecer una relación balanceada y trasparente entre la verdad que predican y la vida del hombre contemporáneo.
La arrogancia con la cual el hombre celebra su ignorancia.


¿Cuáles son las posibilidades de encontrarlo y descubrirlo?
Todas las posibilidades, siempre y cuando el hombre procure en espíritu y verdad salir al encuentro de un ser que le hace una propuesta íntima de amor y respeto.

sábado, mayo 27, 2006

No todo esta perdido

Por Alexis Bastidas


Dios hace la historia con relatos llenos de humanidad. Su vida es un diálogo constante con quien desfallece. El Estado,la cultura y la religión han terminado con la misión de alcanzar la plenitud. Desolado, el hombre busca la razón de ser y estar con alguien que ha como enmudecido ante el sufrimineto que consume su vida. En soledad y abandonado de espalda al altar de Dios. El hombre da la impresión de ser un animal con hambre por el absurdo.
¿Estará todo perdido?
La salida de este laberinto es la busqueda de la comunión con Dios con ideas propias y lenguaje propio.Dios propone amor y fidelidad. El hombre dispone del encuentro. El ser humano sabe de la importancia de cambiar en cuanto a la concepción y en los instrumentos con los cuales procura alcanzar el gozo de vivir y de ser en la realidad.
Dios se muestra como es y comparte la vida con todos los hombres.
¿Quién es?
¿Cómo es?
Son asuntos cuyas respuestas se encuentran en la realización de un fenómeno que desborda y envuelve al hombre. Dios se revela como un ser complementario, de expresión sensible. Amoroso. Dios es una constante en la vida. Habla sin rodeos. Quiere una vida plena para el hombre. Al saber que almas le búscan, Dios manifiesta su presencia:
En cada gesto,
en cada mirada,
en cada abrazo.
Dios de sueño, de risas.
Dios de lágrimas y sangre.
Dios de vida y muerte

domingo, abril 30, 2006

Salvarme de qué?

¿Salvarme de qué?


¿Qué es la salvación?
La salvación es un don, una propuesta de ejercicio virtuoso que procura la plenitud de la vida. Dios propone la cumbre, inspira y ofrece talentos y recursos para alcanzarla.
¿De qué nos salvamos?
• De ignorar la vida.
• De vivir fuera de la realidad.
• De confundir la felicidad con las cosas que poseemos.
• De confundir el gozo de vivir con la vanidad.
• De engañarse a sí mismo.
• Del tedio y la mediocridad.
• Del desamor.
• Del egoísmo absurdo
• De la miseria humana.
• De la superstición y la idolatría.
• De la necedad
• Del olvido
• De una vida inútil.
• Del miedo
• De la inseguridad.
• De la hipocresía
• De asumir que la muerte es el final.
¿Cómo nos salvamos?
Aceptando la propuesta hecha por Dios de vencer la debilidad con el ejercicio de las virtudes:
• Fe: Confianza sobre la cual desarrollamos el proceso de transformación de nosotros mismos y de la realidad.
• Amor: Síntesis y fundamento de la vida. Ejercicio cotidiano de comunión con el universo del cual formamos parte.
• Esperanza: Trabajo cotidiano para conquistar el presente.
• Sabiduría: Para entender quienes somos, el propósito de la vida y nuestras circunstancias.
• Paciencia: Capacidad de ejecutar con éxito el proceso que conduce a la plenitud.
• Templanza: Tarea que permite educar el carácter y administrar con propiedad las emociones.
• Justicia: Marco moral de la vida
• Generosidad: Para compartir el viaje que conduce a la salvación.
• Integridad: Como ejercicio de la transparencia de quienes somos y nuestro trabajo por lograr el sumo bien.

¿Qué podemos evitar en el proceso?
• La ignorancia.
• La falsedad.
• La pereza.
• La superstición.
• La superficialidad.
• La arrogancia.
• El fanatismo.
• La miseria humana.
• Hacer de la vida un verdadero infierno.

La inmortalidad del hombre es exitosa en la medida que logra salvarse de una vida decadente e inútil. La salvación no solo es un don, es un estilo de ser y estar en el tiempo y fuera de este.
Dios propone al hombre la salvación, el hombre la toma o la deja. La salvación es una historia compartida entre quien acepta el reto y Dios.

martes, marzo 28, 2006

Todo Cambia

Por Alexis Bastidas

El mundo a pesar de vivir a una gran velocidad ha decidido tener otro ritmo cuando se refiere a la calidad de vida de la humanidad. Las razones que motivan al hombre a la hora de cambiar son:
Hambre: Esta le hizo nómada, cazador, agricultor, etc. El hombre ha tenido importantes días en medio del hambre. Uno de ellos fue cuando tomó de la mano a un niño y le enseñó a no saciarse con la carne del hombre. Otro día fue cuando descubrió que compartir los frutos de la tierra era una herramienta importante en el proceso de salvarse y salvar vidas.
El hambre también ha proporcionado días horrendos a la humanidad, como cuando descubrió que el mundo tiene la capacidad de resolver la hambruna y decidió no hacerlo. Los subsidios agrícolas, las políticas de mercado sostenidas en la avaricia de quienes tienen la capacidad de ayudar a resolver esta calamidad y producir importantes cambios en la vida de la humanidad, eligieron no hacerlo.
El hombre cambia cuando tiene hambre y yace desnutrido .Rómulo Gallegos muestra en una de sus obras, como un peón al ver morir a su mujer y sus hijos con la barriga llenas de lombrices en medio de la imponente llanura destila lágrima a lágrima el dolor y la impotencia de no haberles socorrido con un plato de comida. El maestro nos recuerda que no sólo de amor vive el hombre.

Miedo: Tiene la virtud de exigir al hombre lo mejor de sí mismo o lo peor de sí mismo. Puede hacerle un héroe o un canalla. La historia que se encuentra incrustada en los genes de la humanidad y no en el armario de los héroes y famosos de la tierra dan buena fe de quién es el hombre frente al miedo.
Un alto porcentaje de decisiones que tienen incidencia en la vida de los pueblos tiene sus raíces en el miedo.
Racismo: Saliendo de las explicaciones comunes con las que la humanidad justifica esta penosa conducta. El hombre sabe en su intimidad que es racista por elección, tiene miedo de compartir la vida con alguien distinto de quienes le dan un falso sentido de seguridad. El hombre cambia la estructura social en muchos casos a causa del miedo. Un buen ejemplo de esta conducta es la predica del terror que ocasionan “los inmigrantes” a esta cultura.
Sectarismo: Otro fruto del miedo. Negar la libertad de conciencia ha afectado y sigue afectando pueblos y culturas a lo largo del tiempo. Quien no piensa como yo esta contra mí. El colmo del absurdo es procurar manipular la libertad de pensamiento y la libertad de religión entre otras cosas usando la fuerza del miedo.
Fanatismo: Expresión del miedo a la libertad. El hombre fanático es un ser cobarde. Es un ser que ha perdido la libertad de ser y de pensar. Esta conducta afecta y genera cambios profundos y radicales en la vida de los pueblos.

Odio: Esta es una fuente de cambio profundamente arraigada en la conciencia del hombre. ¿Cómo puede el hombre justificar el exterminio de uno o de millones de personas? El odio siempre justifica el crimen. Existen odio personales y colectivos, en todos los casos el odio es una elección que el hombre suele ocultar al público por causa de la vergüenza que dicha motivación ocasiona a una conciencia lucida, pero siempre esta presente en el ejercicio hipócrita de los intereses ocultos del hombre. Frutos del odio es la barbarie en todos los tiempos.

Estas son unas de las pocas razones por las cuales el hombre ha cambiado el mundo. Sin embargo es importante destacar que han existido y existirán en la humanidad seres que han generado importantes cambios en el modo como el hombre enfrenta su cita con el destino. Estas son aquellas personas que eligieron amar y transformar el mundo venciendo el hambre, el miedo y el odio.
¿Y tu cómo cambias al mundo?

sábado, marzo 04, 2006

El amor en tiempos de hambre

EL AMOR EN TIEMPOS DE HAMBRE
Por Alexis Bastidas


Recostado a la pared mirando en la distancia un bulto de tierra sobre el solar, contempla bajo el sol la sonrisa de su carrizito. Estrujada en el costillar, el alma de Zoilo busca consuelo por la muerte de su hijo. Transido de dolor luchaba con el feroz animal de la culpa. Agotado y sin fuerzas yace al borde de la demencia.
La brisa sopla susurrando cantos al infante sembrado en la tierra. Una mujer derrumbada cual montón de huesos, susurra a las topías del fogón quejidos y lamentos que poco a poco los abraza el fuego.
Días atrás todo era distinto. La dicha mitigaba con el dulce bálsamo del amor, la abundancia del hambre y de sudor, así como la escasez de pan y salud. Una pareja venida de otros lugares, enfrentaba a puño limpio los insidiosos ataques de la muerte. Cuando no era la peste, era la sequía y cuando no, era el raudal de agua que se venía del cielo como un montón de piedras que lo destruyen todo.
Zoilo y Teresa bendecidos en el amor, trajeron a este mundo un hermoso niño. Joaquín, quien se cernía sobre la basta extensión de tierra, como si fuera el amo y señor.
El tiempo, situado en el estadio en el cual transcurre la vida e historia de millones de seres humanos, sin memoria ni dato alguno que reconociese su existencia , excepto el amor entrañable de los suyos y el polvo cósmico del cual todos los hombres son hechos. Constituía el pasado, el presente y el futuro de Joaquín.
Los aciagos días del infortunio comenzaron a hacer mella en aquellos seres, que unidos en el amor y atrapados en las fauces de la miseria, veían como la piel se iba aferrando a los huesos, trayendo consigo el dolor y los calambres propios del hambre. No había día en el cual Zoilo no tratara de arrancarle con sus manos un trozo de vida a la tierra, pero todo era inútil. Estéril como una piedra, era aquel lugar, el cual procuraba nutrirse de la orgánica sustancia de estos moradores.
Al atardecer, sentados junto al fogón, con los platos llenos de caldo de yuca, heridos de muerte por haber nacido en la miseria y estar condenado a padecer el funesto arrebato de la indeferencia. Zoilo y Teresa ofrecían a su hijo Joaquín, el verdadero pan de la vida. Su amor.
Sus vidas consumidas como la cera es devorada por la llama en su peregrinar hacia la nada. Desafiaban en la sonrisa de Joaquín a la mismísima muerte. Una noche Joaquín comenzó a temblar repentinamente. Su madre al recogerlo de la estera y colocarlo entre sus brazos, aprisionaba la criatura junto a su corazón con el deseo de que su amor pudiera curar el mal que la consumía. Bañados en sudor, Teresa hurgaba el cielo en busca de Dios y este nada que aparecía. Se preguntaba ¿Por qué siempre que le necesitamos nunca aparece? En cambio la muerte y la desgracia no dejan de visitarnos. ¿Será que Dios existe para unos y no para todos? ¿Sabrá que nos estamos muriendo desde el día que nacimos en esta miseria? ¿Dónde estas que no vienes ayudarme? ¡OH Dios! que siempre pruebas mi fe con el penetrante dolor de la desgracia, muéstrame tu amor aquí y ahora. La fiebre consumía al pequeño Joaquín con abrasador fuego y al romper el alba Zoilo y Teresa vieron como la muerte le arrebataba de sus brazos al pequeño.
No hubo lágrimas, no hubo gritos, no hubo resignación. No había ni siquiera un papel que diera fe de la existencia de su hijo. Lo único que había en aquella pareja, era la certeza de que su hijo sembrado en el huerto de la miseria viviría del amor con el que se vence el hambre, la miseria y la muerte.

viernes, febrero 03, 2006

Sí, Pero no

Por Alexis Bastidas

La humanidad habiendo avanzado en importantes aspectos de la vida, sigue mostrando escasa aceptación de los valores humanos como fundamento del desarrollo de los pueblos.
Muchos de los problemas que aquejan a la comunidad internacional tienen sus raíces en la inmoralidad de hombres e instituciones. La laxitud con la que interpretan la práctica de los valores, pone al descubierto, el doble discurso con la cual se busca adecentar la vida. La humanidad requiere mayor trasparencia y profundidad a la hora de asumir el reto de la transformación de sí misma. Su existencia en el tiempo como especie superior esta vinculada a la tarea de hacer real el marco moral sobre el cual vive.
Hacer realidad los valores no consiste en hablar de estos. Antes bien, han de manifestarse en la cotidianidad de las personas y las instituciones. El hombre ha de ofrecer al mundo lo mejor de si mismo. Para conseguirlo ha de superar de todo cuanto impida el ejercicio de una vida decente.
La distinción de lo que el hombre piensa y cuanto hace al respecto, ejerce un profundo impacto en la realidad. Cuanto piensa de si, en raras ocasiones se aplica de manera universal a la humanidad. Por ejemplo:
Verdadero: Considerar cierto todo cuanto conviene.
Justo: Cuanto el individuo considera que le corresponde.
Santo: Dios.
Amor: Satisfacción del ego.
Vida: Confort.
Muerte: La peor cosa que puede pasar.
Alegría: Escape.
Paz: Ausencia de problemas.
Bueno: Cuanto gusta y favorece.
Honorable: Relaciones publicas.
Decencia: Imagen.
Fidelidad: Conveniencia.
Compromiso: Relaciones publicas.
Amistad: Conveniencia.
Trabajo: Mal necesario.
Estos son algunas de las ideas que existen en ese mar de fondo de la conciencia de muchos hombres e instituciones y sobre las cuales se diseña y desarrolla la visión del mundo.
La vida es algo más que este conjunto de ideas. A estas alturas de la historia resulta contradictorio que el hombre continúe elaborando una lectura del mundo como si fuera un niño de corta edad.

sábado, enero 07, 2006

Dónde esta Dios? Por Padre Alexis

Cuanto sabemos de Dios es fruto del encuentro íntimo de dos seres complementarios. Tanto Dios como el hombre manifiestan la voluntad de revelarse uno al otro en el tiempo y el espacio. Dios es y esta dentro y fuera de lo convencional. La presencia de Dios no esta determinada por ser alguno. El encuentro entre lo humano y lo divino nace en la libertad de ambos. La presencia de Dios no es producto de la imaginación; así como tampoco es producto del vacío de poder ante la muerte y la adversidad.
Los textos sagrados en las religiones hablan de la presencia del hombre en la vida de Dios. La relación de proximidad expuesta en ellos, describen la búsqueda profunda y respetuosa de ambas partes. Dios manifiesta la voluntad de amar al hombre y el hombre comunica la respuesta amorosa desde su intimidad.
El hombre es alma y cuerpo, por cuya razón podemos intuir la manifestación de Dios a través de múltiples realidades. Dios habla al hombre desde su realidad. Este encuentro conduce a la comunión de ambos en el tiempo y en el espacio. Dios contempla al hombre y el hombre contempla a Dios; juntos hacen la vida.
La presencia de Dios en este momento. La comunión entre Dios y el hombre adquiere profundidad en la medida en que ambos descifran el presente para vivir con gozo la alegría del encuentro.
¿Cómo entender la presencia de Dios?
El hombre descubre más allá del lenguaje y el pensamiento la verdad. Dios esta entre los hombres, es uno con los hombres. Dios es real. Entender la presencia de Dios más allá de las ideas y la mitología es una labor personal, que requiere el concurso de la fe y la razón. Entender a Dios como a un objeto o un elemento de fisonomía determinada conduce a errores de percepción. Dios es distinto de todos y de todo, es único en su forma de ser y estar en la realidad. Habla con lenguaje propio y pensamiento propio. De allí que resulte complicado al hombre entender y percibir su presencia, si éste no desarrolla una sensibilidad multidimensional para interpretar el lenguaje divino en el presente.
Cuando se atribuye la condición de omnipresente a Dios. El hombre se refiere a la posibilidad de descubrirlo en el momento presente, lugar donde la realidad existe. Ubicar a Dios fuera de la realidad ha permitido a las diferentes culturas de la humanidad confeccionar ídolos hechos a su imagen y semejanza, con el propósito de explicar sin complicaciones el misterio de la vida.
¿Qué impide sentir su presencia?
La carencia de este mundo interior. La falta de iniciativa para buscar la verdad. La incapacidad de discernir lo que se dice de El. Confundir la religión con la vida de Dios. La cursilería emocional. Asumir a Dios como una propiedad. Constituyen entre otras causas un claro impedimento para alcanzar la experiencia del encuentro divino.
Dios se pertenece así mismo y su presencia en la realidad exige respeto a la libertad. Quien manipula a Dios miente. La experiencia de Dios es íntima y comienza con el descubrimiento del amor y la verdad. De hecho hay hombres que pasan por la vida sin encontrarse y conocer a Dios.

· ¿Sabe Usted donde esta Dios?
· ¿Dónde lo encontró?
· ¿Quién es?

Síntesis: hay hombres que pasan por la vida sin encontrarse y conocer a Dios. Esto no quiere decir, que Dios no sea real y viva en medio de la humanidad.

Padre Alexis