martes, agosto 01, 2006

Puedo ser o no ser

Por Alexis Bastidas

La respuesta más cercana al misterio del hombre es la identidad. Pascal en Penséss decía:
¡Que cosa extraña es el hombre!
¡Que novedoso, que misterioso!
¡Que caótico, que paradójico,
juez de todas las cosas.
Depositario de la verdad,
hundido en la duda y el error.
Gloria y rechazo del universo.
¿Quién revelara este misterio?
…En que te has convertido, hombre, buscando descubrir tu verdadera condición a través de la Razón? …. Guarda silencio….Aprende que el hombre trasciende infinitamente al hombre.
SOY es la explicación más cercana al fenómeno de convergencia de todos los mundos que componen la realidad. En la media que el hombre hace sentido de sí mismo ilumina su relación con el otro.
¿Cómo evoluciona el hombre?
El hombre evoluciona a partir de su identidad. La intensa mirada al proceso de la vida le permitirá descubrir que cuanto sabe es lo que conoce de si mismo. Toda la ciencia disponible para lograr esclarecer el misterio que en principio hace síntesis en lo abstracto reflejando su esencia en el ser. ¿Quién soy? Son como piezas de un mosaico con el cual configura el hombre y su realidad.
¿Para qué evoluciona?
El hombre cuando evoluciona para satisfacer su yo es un ser vanidoso. El hombre sabio evoluciona para alcanzar la plenitud. En todo caso este proceso de busca de sí mismo y de una explicación del sentido de todo cuanto le rodea es inexorable.
Ser hombre es un misterio que desborda la ciencia y la religión. Ambas contribuyen a la búsqueda de identidad. Por tanto resulta contradictorio, que el hombre quede atrampado en la elaboración de un proceso explicatorio de la existencia.
SOY es el punto de partida y de encuentro del hombre y sus circunstancias. SER HOMBRE es ser síntesis de pensamiento sobre la cual se construye y entiende la explicación de sí mismo y de la vida.
¿Dónde evoluciona el hombre?
En la realidad, el hombre cuando ignora la realidad es un animal carente de conciencia histórica. La vida del hombre tiene tiempo, espacio y otras dimensiones. El hombre que busca la explicación fuera de si, corre el riesgo de nunca regresar de la ficción. Solo existe la realidad, y por fortuna Dios, el hombre y el universo son parte de ella.
El hombre entiende el universo a partir de sí mismo y el hombre entiende al hombre desde su identidad. El hombre ama a Dios por ser este parte de su identidad.