jueves, marzo 01, 2007

La verdad los hará libres

Por Alexis Bastidas

Entender a Dios en medio del caos exige al hombre de hoy una gran dosis de racionalidad. La insistente búsqueda de justificar cuanto se le ocurre, como si fuera un llamado de Dios a la justicia, la paz y el bienestar de los pueblos ha dejado a la humanidad preñada de dolor en muchas ocasiones.
La realidad exige un compromiso profundo y transparente con la verdad que es el hombre y la relación que este establece con Dios. La costumbre de explicar de la existencia del hombre partiendo de la interpretación del misterio de Dios ignorando al hombre mismo ha conducido con frecuencia al absurdo.
Hoy más que nunca es necesaria una gran dosis de honestidad por parte del hombre y las instituciones que tiene como tarea ofrecer a las nuevas generaciones el marco moral sobre el cual se cultivan las semillas de la verdad y el conocimiento.
Las instituciones religiosas en general están llamadas a ofrecer una interpretación más seria y ajustada a las realidades del espíritu humano, así como también de los textos sagrados. Los abusos a los cuales han sido sometidos el hombre y su relación con Dios, reclama otra conducta de parte de quienes han sido convocados por la vida para ser constructores de una nueva civilización.
Hablar de una nueva teología sin haber liberado el corazón del hombre de la miseria y la esclavitud de la ignorancia es un disparate. El proceso de hacer real un conjunto de ideas que le hablan del lugar y la importancia de la vida de Dios en su historia personal le han conducido con frecuencia a la frustración y al cansancio. Es esta una de las tantas razones por las cuales resulta muy frecuente el preguntarse, sin que por ello se pueda considerar como una conducta irreverente la búsqueda de estas respuestas:

¿Será tan difícil amar a Dios?
¿Por qué resulta tan complicado entender a Dios?
¿Será el hombre un caso perdido?
¿Cuál es la verdadera tarea de las religiones?
¿Esta el hombre condenado a este laberinto?

Le época en la que no se hacían estas preguntas por temor al castigo y al fuego inclemente de la hoguera han quedado a tras. Las religiones no tienen otra salida sino la verdad. Hoy más que nunca las palabras de Jesús esta vigente: La verdad los hará libres. No más manipulación, no más irrespeto a la dignidad de la persona y de Dios, no más abusos de poder, no más a la esclavitud de las trasnochadas ideas, que solo encuentra acomodo en la ignorancia y en la oscuridad. Dios esta aquí para salvarnos y en la verdad encontraremos el gozo inefable de la vida que no termina nunca.